Fiesta sin título, por el momento

El Real Madrid ganó por 3-0 al Athlétic Club de Bilbao pero no se proclamó matemáticamente campeón de Liga porque el Villarreal había ganado su partido ante el Betis. En el Santiago Bernabéu fue una fiesta: los aficionados hicieron la ola y corearon con olés los pases de sus jugadores. Los cambios de Schuster mediada la segunda mitad revolucionaron el partido.

El Madrid está muy cerca de conseguir su 31º título de Liga gracias a la victoria de ayer, pero el Athlétic lo puso muy difícil ya que hizo un buen partido: quiso tener la pelota, jugó alegre y puso en aprietos a Casillas. Fernando Llorente se llevaba todos los balones aéreos y eso complicó la vida a los centrales madridistas. Garmendia tiraba desde lejos e Iraola y Susaeta volvían loco a Marcelo, que estuvo muy desacertado en defensa. La ocasión más clara para los vascos fue un penalti cometido por Heinze sobre Llorente. La pena máxima deja algunas dudas pero Fernández Borbalán lo señaló, Garmendia lo tiró fuerte pero poco colocado y Casillas lo paró poniendo la guinda a su excelente actuación.

Antes de eso el Madrid se había adelantado con un gol de Saviola, que sorprendiendo a todos fue titular en detrimento de Robben. El argentino recogió un rechace de Armando a tiro de Robinho y marcó su tercer gol de la temporada. Pero ni el gol encontra ni el penalti fallado desanimaron a un Athlétic que continuó a lo suyo: jugando y creando ocasiones para empatar.

La segunda mitad fue igual de apasionada que la primera con dos equipos moviendo el balón con criterio y buscando la portería contraria. El gol podía caer de cualquier lado pero varias paradas de mérito de Casillas lo evitaron en un lado y los cambios que hizo Schuster, dio entrada a Higuaín y Robben en lugar de Raúl y Robinho, sentenciaron el partido. A penas llevaban dos minutos en el campo cuando Guti puso un excelente pase a Higuaín que corría por la banda derecha. El argentino centro al primer toque al centro del área donde se encontraba Robben que la empujó al fondo de las mayas ante la pasividad de Gurpegi. Y tres minutos después fue Higuaín quien aprovechó un rebote para batir a Armando. El argentino comienza a ver puerta con mayor facilidad y eso es una buena noticia porque hay un excelente futbolista.

Fue entonces cuando se rindió el Athlétic, con un 3-0 y un público celebrando el casi título que lo estropeó el golazo de Senna en el estadio Ruiz de Lopera. La fiesta no fue completa porque no hubo alirón, pero quedan cuatro partidos y el Madrid necesita dos puntos. La próxima semana los blancos dependen de ellos mismos y serán campeones si ganan a Osasuna en su estadio. Es más, podrían ser campeones incluso sin jugar si el Villarreal pierde ante el Getafe.