
Ayer volvió Zidane, aunque sólo fueran 90 minutos. Hace ya mucho tiempo que empezó a jugar en el Cannes, donde ya apuntaba maneras de crack. Después de cuatro temporadas en el Burdeos, la Vecchia Signora se fijó en él. Tanto el equipo como el crecieron de la mano. Hasta que el Madrid se le cruzó en su destino. Primero, para arrebatarle la tan anhelada Liga de Campeones. Después, gracias a una nota en una servilleta de papel, para fichar por el mejor equipo del s.XX y lograr el título que más deseaba.
Hace apenas un año que decidió dejar el fútbol. Aún le quedaban toques en las botas, pero el ambiente en el vestuario blanco le dieron el último empujón. Se retiró a lo grande, jugando la final de un Mundial con su selección. Lástima que no lo ganará, hubiera sido un colofón perfecto.
Tras él deja un palmarés envidiable. Dos Ligas italianas, una española. Una Liga de Campeones, dos Supercopas de Europa, dos Copas Intercontinentales, con la Juventus y el Real Madrid. Con su selección ganó un Mundial y una Eurocopa. Individualmente fue dos veces el Balón de Oro y tres veces el Fifa World Player.
Ayer volví a disfrutar con Zidane, aunque sólo fueran 90 minutos. Para la historia quedarán sus goles, sus regates y su recuerdo. Zidane ha hecho grande al fútbol y al Real Madrid. Por todo, gracias Zizou.
1 comentario:
El de Marsella me pareció un espectaculo lamentable. Aunque al Madrid ya le iria de perlas repescar por ejemplo a Zidane hasta final de temporada i con Ronaldo, el otro dia ante el Nàstic, la cosa hubiera sido diferente... Dadle las gracias a capello y a su puma Emerson!
Almenos yo como culé estare eternamente agradecido por lo bien que esta llevando al primer equipo!
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